Francisco Cano
Abogado Colegiado Icamur 7.751
Una hipoteca bonificada es un préstamo hipotecario que ofrece condiciones más ventajosas al cliente a cambio de que este adquiera ciertos productos o servicios proporcionados por el banco.
Esta bonificación se refleja en la TIN (Tasa de Interés Nominal), lo que implica una reducción en el tipo de interés cobrado por el banco. Aunque no es obligatorio contratar una hipoteca con vinculación, el cliente puede optar por no adquirir los productos o servicios ofrecidos por el banco si no los considera necesarios o rentables.
En términos generales, una hipoteca bonificada tiende a ser más beneficiosa para el cliente en comparación con una no bonificada, incluso considerando los productos o servicios adicionales que pueda requerir. La diferencia entre ambas puede llegar a ser significativa, llegando hasta un punto porcentual en la TIN.
No. Según la Ley 5/2019, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario, los bancos no pueden obligar al cliente a contratar productos adicionales como condición para conceder la hipoteca (con la única excepción del seguro de daños del inmueble, que es obligatorio por ley).
Además, la ley exige que el banco entregue al cliente una oferta vinculante con dos escenarios:
Esto permite comparar y decidir libremente cuál es la opción más conveniente.
Prácticamente, cualquier servicio ofrecido por el banco puede ser considerado para obtener bonificaciones, si bien esto dependerá de la política específica de cada entidad. En líneas generales, los productos más comunes que pueden generar bonificaciones son aquellos relacionados con la domiciliación o la firma de seguros. Entre los más habituales se encuentran:
Salvo el seguro de daños (obligatorio por ley), el resto de productos son voluntarios y no pueden imponerse como condición para conceder la hipoteca. Sin embargo, su contratación puede influir en las condiciones ofrecidas De hecho, al presentar la oferta vinculante, el banco debe mostrar al cliente las condiciones del préstamo tanto con bonificaciones como sin ellas, permitiendo que el cliente elija libremente.
Incluso en el caso de productos que puedan ser obligatorios por contrato, como el seguro de daños, el banco no puede imponer que sean contratados con él. El cliente tiene la opción de contratar estos seguros con la compañía aseguradora de su elección.
Es importante destacar que si se elige contratar con una aseguradora externa alguno de los seguros que podrían generar bonificaciones en la hipoteca, esto no resultará en una reducción de la tasa de interés. Dichos seguros deben ser contratados directamente con el banco que ofrece la hipoteca para poder beneficiarse de las bonificaciones correspondientes.
Dependerá de cada caso. Si los productos ofrecidos ya te interesan o necesitas alguno de ellos, la bonificación puede suponer un ahorro real en intereses, a veces de hasta un punto porcentual en la TIN. De hecho, las bonificaciones en las hipotecas han sido una práctica común a lo largo del tiempo, pero en los últimos años se han establecido regulaciones para mejorar la equidad y proteger los intereses de los clientes. En la actualidad, las bonificaciones en las hipotecas presentan ventajas y desventajas, ya que se busca evitar que los clientes se encuentren en situaciones desventajosas, como sucedía en el pasado.
Las hipotecas bonificadas ofrecen varias ventajas significativas, entre las cuales destacan:
A pesar de las ventajas, las hipotecas bonificadas también presentan algunas desventajas que es importante tener en cuenta:
Por ejemplo, si el banco ofrece un seguro de hogar que reduce las cuotas de la hipoteca en 100 € al año, pero resulta ser 200 € más caro que el ofrecido por otra aseguradora, esta situación podría representar un trato desfavorable para el cliente.
En general, sí. Puedes cancelar los productos vinculados cuando lo desees, aunque esto conllevará la pérdida de la bonificación y el aumento del tipo de interés. Es recomendable revisar bien las condiciones de cada contrato y preguntar por costes adicionales o permanencias mínimas. Algunos bancos también recalculan la cuota automáticamente si dejas de cumplir los requisitos de bonificación.
En este sentido, uno de los productos más comunes en las hipotecas bonificadas es el seguro de vida. Aunque muchos clientes creen que están obligados a contratarlo con el banco, lo cierto es que la normativa actual permite elegir la aseguradora. Si te interesa saber más sobre este tema, te explicamos si es obligatorio contratar un seguro de vida vinculado a un préstamo personal y qué derechos tienes como consumidor.
Las hipotecas bonificadas pueden ser una opción interesante si los productos vinculados encajan con tus necesidades reales y si su coste no anula el beneficio de la bonificación.
Antes de firmar, exige siempre al banco que te muestre las condiciones con y sin bonificación (como exige la ley) y haz los cálculos con calma. Si tienes dudas, consulta con un experto legal o financiero independiente.