La Ley de Segunda Oportunidad ofrece a las personas físicas y autónomos una salida legal para cancelar sus deudas y comenzar de nuevo. Esta ley ha sido una herramienta crucial para aquellos que, por diversas circunstancias, se ven atrapados en un círculo de sobreendeudamiento, sin poder hacer frente a sus obligaciones financieras.
Desde la reforma de la Ley Concursal en septiembre de 2022, el proceso para acogerse a la ley de segunda oportunidad se ha simplificado, convirtiéndose en una opción más accesible y eficaz.
En este artículo, desglosaremos en detalle cómo acogerse a la ley de segunda oportunidad y cuáles son sus requisitos, con el respaldo de los expertos de Coventia Legal.
¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que permite a los individuos, ya sean personas físicas o autónomos, liberarse del sobreendeudamiento. Esta ley se presenta como una vía para cancelar total o parcialmente las deudas y permite un nuevo comienzo financiero para aquellos que cumplen con los requisitos para la Ley de Segunda Oportunidad
A través de este proceso, el deudor puede negociar sus deudas y, en algunos casos, obtener la exoneración total de las mismas.
La reforma de la Ley Concursal, que entró en vigor en septiembre de 2022, introdujo cambios significativos en la Ley de Segunda Oportunidad. Estos cambios facilitaron el acceso a la Ley, reduciendo los trámites burocráticos y mejorando la eficiencia del proceso, lo que ha favorecido a muchas personas que se encontraban en situaciones de insolvencia.
Requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad
Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad implica cumplir con ciertos requisitos establecidos por la reforma de la Ley Concursal.
A continuación, te detallamos los principales requisitos para la ley de segunda oportunidad que debes cumplir para iniciar el proceso:
Ser persona física
Uno de los requisitos básicos para laLey de Segunda Oportunidad es que el solicitante debe ser persona física (un individuo, no una empresa o persona jurídica). Esta ley está diseñada para beneficiar a aquellos que, como particulares o autónomos, se encuentran atrapados en deudas que no pueden gestionar.
Estar en situación de insolvencia
El solicitante debe estar en insolvencia, lo que implica no poder hacer frente a sus deudas de manera regular debido a la falta de recursos financieros suficientes. La insolvencia puede ser total (cuando no se puede cumplir con todas las deudas) o inminente (cuando se prevé que no se podrán cumplir en el futuro cercano).

Tener más de un acreedor
Es necesario que el deudor tenga, al menos, dos acreedores (es decir, las deudas deben ser con más de una entidad). Este requisito asegura que el deudor no se encuentra en una situación de insolvencia individual, sino que tiene varias obligaciones con diferentes acreedores.
No tener antecedentes penales
Una de las condiciones más estrictas de la Ley de Segunda Oportunidad es que el solicitante no debe tener antecedentes penales por delitos relacionados con el patrimonio, la falsedad documental o delitos económicos. Esto incluye delitos relacionados con la Hacienda Pública y la Seguridad Social.
Además, la reforma introdujo cambios que especifican más claramente los tipos de delitos que impiden acogerse a la ley. Coventia Legal, como expertos en Ley de Segunda Oportunidad, asegura que aquellos que no tengan antecedentes penales pueden beneficiarse de la ley si cumplen con los demás requisitos.
Actuar de buena fe
El solicitante debe demostrar que ha actuado de buena fe durante todo el proceso. Esto significa que ha intentado de manera razonable cumplir con sus obligaciones financieras y ha buscado soluciones para reestructurar sus deudas. Además, no debe haber intentado ocultar bienes o información relevante durante el proceso.
Colaborar con el Juzgado
Uno de los requisitos para la Ley de Segunda Oportunidad más importantes es la colaboración con el Juzgado durante el proceso. Esto incluye proporcionar toda la documentación requerida de manera clara y veraz, cumplir con los plazos establecidos y seguir las instrucciones dadas por el juez. La cooperación activa con los administradores concursales y otros profesionales es clave para que el proceso se desarrolle de manera exitosa.
Cambios clave en la reforma de la Ley Concursal
La reforma de la Ley Concursal en 2022 ha traído consigo cambios significativos en cómo acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y los requisitos. Aquí te explicamos los cambios más relevantes:
Eliminación del acuerdo extrajudicial de pagos
Con la reforma, el acuerdo extrajudicial de pagos ya no es un requisito previo para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Antes de la reforma, los deudores debían intentar llegar a un acuerdo con sus acreedores antes de recurrir al proceso judicial.
Ahora, este paso ha sido eliminado, lo que simplifica considerablemente el proceso y permite que más personas puedan acogerse a la ley de segunda oportunidad de manera directa.
Reducción del plazo del plan de pagos
Otro cambio importante es la reducción del plazo del plan de pagos de 5 años a 3 años. Este ajuste permite a los deudores resolver su situación financiera más rápidamente, lo que puede ser un alivio importante para aquellos que luchan por mantener sus compromisos. En algunos casos, el plazo puede extenderse hasta los 5 años, dependiendo de las circunstancias financieras del solicitante.
Límites para las deudas con la Administración Pública
Con la reforma, se establecieron límites claros para las deudas con las Administraciones Públicas. Ahora, solo se pueden cancelar 10.000 € con la Hacienda Pública y otros 10.000 € con la Tesorería General de la Seguridad Social. Si las deudas con las Administraciones superan estas cantidades, el deudor deberá continuar abonando el importe pendiente después de finalizar el proceso.
¿Cómo acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
El proceso para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal diseñado para brindar a las personas físicas y autónomos la posibilidad de empezar de nuevo, liberándose del sobreendeudamiento. Aunque el proceso ha sido simplificado por la reciente reforma de la Ley Concursal, sigue siendo un procedimiento complejo que requiere el cumplimiento de requisitos específicos y una correcta presentación ante el Juzgado competente.

A continuación, te explicamos, paso a paso, cómo acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, destacando cada uno de los procedimientos necesarios:
Solicitud de concurso de acreedores
El primer paso fundamental para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es presentar la solicitud de concurso de acreedores ante el Juzgado competente. Este es un proceso judicial formal que permite iniciar la solicitud para cancelar las deudas o llegar a un acuerdo de pago con los acreedores.
Requisitos de la solicitud
La solicitud debe ser presentada por el deudor en situación de insolvencia, y debe estar acompañada de toda la documentación necesaria que acredite dicha insolvencia. Esta documentación incluye:
- Certificado de deudas con todos los acreedores, mostrando los importes pendientes.
- Declaración de insolvencia que detalle que el solicitante no puede hacer frente a sus deudas con los ingresos o activos disponibles.
- Listado de bienes y activos, incluyendo propiedades, cuentas bancarias, vehículos y cualquier otro bien que pueda ser relevante para el proceso.
- Estado de los ingresos y gastos del deudor, demostrando la imposibilidad de cubrir las obligaciones financieras.
Es fundamental que esta documentación sea completa, veraz y detallada. Un error en la presentación o la omisión de documentos clave podría retrasar el proceso o llevar al rechazo de la solicitud. Los expertos en Ley de Segunda Oportunidad como Coventia Legal son esenciales en esta etapa para asegurar que todos los documentos sean presentados correctamente y que el deudor cumpla con los requisitos legales establecidos.
Presentación del plan de pagos
Una vez que la solicitud de concurso de acreedores es aceptada por el juzgado, el siguiente paso es presentar un plan de pagos detallado. Este plan tiene como objetivo proporcionar una solución estructurada y viable para hacer frente a las deudas de manera justa, tanto para el deudor como para los acreedores.
El contenido del plan de pagos
El plan de pagos debe detallar la forma en que el deudor tiene la intención de saldar sus deudas. Este plan puede incluir diferentes opciones, dependiendo de la situación financiera del solicitante. Entre las alternativas más comunes se encuentran:
- Pagos mensuales: El deudor puede comprometerse a realizar pagos mensuales durante un período determinado (generalmente entre 3 a 5 años), según sus capacidades económicas.
- Liquidación de activos: En algunos casos, si el deudor no puede hacer frente a los pagos mensuales, puede optar por la venta de activos para liquidar parte de las deudas, como bienes inmuebles, vehículos o cualquier otro bien valioso.
- Acuerdos con acreedores: El plan también puede incluir propuestas de reestructuración de la deuda directamente con los acreedores, reduciendo el monto total o extendiendo los plazos de pago.
Este plan debe ser realista y adaptado a la capacidad económica del deudor, ya que el objetivo es encontrar una solución viable que no sobrecargue al solicitante. La Ley de Segunda Oportunidad permite que, si el deudor ha demostrado buena fe y sus esfuerzos por cumplir con el acuerdo, se le pueda exonerar de la deuda restante una vez cumplido el plan de pagos.
Los expertos en Ley de Segunda Oportunidad como Coventia Legal juegan un papel crucial en la redacción y presentación de este plan, garantizando que sea adecuado y que cumpla con los requisitos legales, aumentando las posibilidades de aceptación por parte del juzgado y de los acreedores.
Aprobación judicial y liquidación de deudas
Una vez que el plan de pagos ha sido presentado y revisado, el siguiente paso es la aprobación judicial. El juzgado evaluará la viabilidad del plan de pagos y, en función de ello, podrá aprobarlo o solicitar ajustes. Durante este proceso, los acreedores también tienen la oportunidad de aprobar o rechazar el plan, lo que implica negociaciones y ajustes adicionales en algunos casos.
La liquidación de deudas
Si el plan de pagos es aprobado, el proceso de liquidación de las deudas comenzará. Esto puede implicar:
- La ejecución del plan de pagos acordado.
- La cancelación parcial o total de las deudas, en caso de que el proceso de insolvencia concluya de forma favorable para el deudor.
En ciertos casos, si no es posible llegar a un acuerdo con los acreedores o si el deudor no puede cumplir con el plan propuesto, se podrá optar por la exoneración de las deudas, que es la cancelación total de las obligaciones pendientes. Este paso es clave, ya que, al finalizar el proceso, el deudor podrá liberarse de sus deudas y comenzar un nuevo capítulo financiero, sin la carga de los pagos pendientes.
Conservación de la vivienda habitual
Uno de los aspectos más importantes de la reforma de la Ley de Segunda Oportunidad es la posibilidad de mantener la vivienda habitual del deudor. Si el valor de la vivienda es inferior a la hipoteca que la grava, el deudor podrá quedarse con su vivienda siempre que siga cumpliendo con los pagos de la hipoteca.
Además, si la vivienda no está hipotecada o el saldo pendiente es inferior al valor de la propiedad, se podrá establecer un plan de pagos flexible que permita al deudor mantener su hogar mientras cancela sus deudas.

Confía en los expertos de Coventia Legal para recuperar tu estabilidad financiera con la Ley de Segunda Oportunidad
Cómo acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es una vía legal que permite a las personas físicas y autónomos liberarse de las deudas y empezar de nuevo. Si cumples con los requisitos, este proceso puede ofrecerte la oportunidad de recuperar tu estabilidad financiera.
Para asegurarte de que todo el proceso se lleve a cabo correctamente, es fundamental contar con el asesoramiento de expertos en Ley de Segunda Oportunidad. Coventia Legal, como especialistas en este ámbito, puede ayudarte a navegar este proceso y maximizar las posibilidades de obtener una resolución favorable.